Capítulo de libro

Se aborda la lectura como un proceso complejo que ciertamente no va a desaparecer con el avance de la cultura de la imagen. Al desmenuzar este proceso se reconoce que la literatura escrita es la que exige mayor esfuerzo y grado de disciplina mental que el resto de las formas o medios literarios, por lo que su público es menor y también su capacidad de difundir una idea. En cambio la intensidad de la lectura es mayor y aunque a veces es menos inmediata, es más duradera y tiene mayores oportunidades de ejercer influencia a largo plazo. Por otro lado la imagen deja muchas cosas sin comprender, pues estos medios (audiovisuales) estimulan sobre todo la afectividad (los afectos) y la sensibilidad. Se examina la lectura como una transacción que enfatiza un circuito dinámico, un proceso recíproco en el tiempo, una interfusión entre lector y texto en una síntesis única que constituye el significado. En esta concepción moderna de la lectura, el texto es menos un objeto y más un potencial que se actualiza en el momento de leer, lo que convierte a cada lectura en una interpretación diferente. Finalmente se revisan las fases del proceso lector: decodificación, comprensión, integración y la notable influencia que en todo esto corresponde a los factores afectivos, tan frecuentemente dejados de lado./ CUIB

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