Artículo de revista

El considerar al archivista como todo un profesional es básico para dar a los archivos el papel que se merecen en nuestra sociedad, especialmente para abandonar la concepción tradicional del archivo como un lugar oscuro lugares más olvidados de las instituciones públicas y privadas. Por lo tanto, en la medida en que el profesional de los archivos adquiera una formación completa, con un carácter científico así podrá darle al archivo la importancia debida dentro de una organización. En la era de la informaicón y en los albores de un nuevo milenio, el archivista deberá dar respuesta a los retos que le impone el desarrollo tecnológico que en el campo de los archivos se hace evidente con la presencia de nuevos soportes para el registro de la información./ JBRF